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La piel grasa se distingue por un exceso de producción de sebo, el cual provoca que la piel se vea muy brillante, con poros visiblemente dilatados, con imperfecciones, tales como el acné, espinillas, puntos negros o blancos. Mayormente estos problemas suelen darse con frecuencia durante la pubertad, debido a un incremento de producción de las glándulas sebáceas.
La piel grasa mayormente es causada por un notable componente genético o por algún problema hormonal. Adicional a esto, la piel grasa, es bastante sensible ya que su textura gruesa tiende a descamarse en las zonas que no son seborreicas, por lo que mayormente provoca una presencia de rojeces e irritaciones en dichas áreas.
Pero no todo es negativo, tener una piel grasa permite no envejecer tan rápido, este tipo de piel tiene un sistema de defensa más fuerte, ya que el sebo actúa como mecanismo de protección de la superficie de la piel.
El sebo contiene antioxidante y vitamina E, que ayudan a defenderse de los radicales libres, los cuales oxidan la piel y hacen que esta se vea más apagada.
1- Doble Limpieza: Para combatir la piel grasa, es vital hacer la función de doble limpieza coreana, es decir limpiarla dos veces! Aunque no tengas maquillaje, primero debes limpiar la piel con una agua micelar o un limpiador desmaquillante. Se ha demostrado que no es suficiente lavar el rostro solo con un limpiador facial.
El primer limpiador deshace el maquillaje, elimina la suciedad y el exceso de grasa acumulado del día. El segundo limpiador, es tu jabón facial, el cual trabaja específicamente de acuerdo a tu problema, por ejemplo si tu necesidad es un limpiador para hidratar, suavizar, exfoliar o para tratar el acné.
2- Tónico: Indispensable para la piel grasa o con acné. El tónico disminuye la producción de sebo, evitando con esto, la obstrucción de los poros y así previniendo el acné. Este cosmético controla el brillo, minimiza los poros abiertos, calma, alivia la piel irritada y disminuye los rojeces de la piel a causa de los granos de acné que puedan sufrir.
3- Esencia ó sérum: En el caso de la piel grasa, la esencia no debe ser grasa ni pesada, debe ser de textura muy ligera o líquida pero calmante e hidratante. El sérum es de textura ligera, y a la vez, en tu caso, no puede ser grasoso ni pesado con rápida absorción. Este cosmético es muy fácil de aplicar y reúne una alta concentración de activos que ayudan a combatir el envejecimiento, disminuyendo la aparición de arrugas y fortalece tu belleza eliminando las manchas e imperfecciones de la piel.
4- Crema facial: para la piel grasa, estas cremas deben ser no comedogénicos, es decir, cremas que eviten la producción del exceso de sebo, que no provoquen la obstrucción de los poros y preferiblemente que sean de textura muy ligera.
5- Protector solar: este cosmético es vital, ya que ayuda a cuidar la piel contra los daños solares a largo plazo, evitando con el tiempo la aparición de arrugas; reduciendo el riesgo de sufrir melasma (manchas de color marrón oscuro o claro), ayuda a reducir el riesgo de cáncer en la piel, entre otras afecciones. Para la piel grasa, lo ideal es que sea un protector que no contenga grasa y que sea de textura ligera o toque seco.
Mascarilla: La rutina facial coreana brinda muy buenos resultados en el control de brillos sin restar importancia a la hidratación. Al tener una piel grasa no siempre significa que la piel esta hidratada, por esta razón no podemos dejar de prescindir de la hidratación y protección solar de la piel.
Exfoliante: También se aconseja utilizar un exfoliante una o dos veces por semana. Este limpia los poros en profundidad, elimina el exceso de sebo y deja la piel limpia, suave y saludable.
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